¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo gastroesofágico, también conocido comúnmente como reflujo gástrico, es una afección que provoca el ascenso involuntario de material ácido desde el estómago en dirección al esófago. Este paso se produce fisiológicamente a diario durante el día, sobre todo después de las comidas, y los jugos gástricos entran en contacto con la pared interna del esófago, provocando ardor, acidez y reflujo ácido hacia la cavidad bucal.
El reflujo gastroesofágico se produce, tanto en hombres como en mujeres, principalmente en la edad adulta, entre los treinta y los cincuenta años, pero también es frecuente en lactantes y durante el embarazo. Esta afección afecta aproximadamente a una de cada tres personas, con mayor incidencia en la población europea y con un porcentaje que aumenta con la edad.
Síntomas del reflujo gastroesofágico
El primer síntoma más común para reconocer el reflujo es una sensación de ardor en el estómago, más correctamente denominada pirosis, así como regurgitación, es decir, la reaparición de material ácido en la boca o el tracto faríngeo. Suelen ir acompañadas de una desagradable sensación de ardor en la parte superior del abdomen y detrás del esternón.
Otros signos frecuentes son
- dolor torácico
- tos
- dolor de garganta
- mal aliento
- sensación de náuseas
- fatiga al tragar
- palpitaciones
- asma y fatiga respiratoria.
Esta sintomatología suele agravarse durante la noche debido a la posición horizontal; de este modo, enlaza con otras dinámicas del sueño como la apnea del sueño y el insomnio.
En la mayoría de los casos, el reflujo gástrico se produce como un fenómeno fisiológico con manifestaciones esporádicas y leves, por lo que entra dentro del ámbito de los trastornos contingentes normales. Sin embargo, puede llegar a ser problemático, hasta el punto de considerarse una verdadera enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) en los casos más graves, cuando la intensidad, duración y frecuencia del fenómeno llegan a ser elevadas, provocando toda una serie de molestias patológicas al paciente.
Las causas y los hábitos que la generan
Son varios los factores que pueden influir en la aparición del problema y en su extensión, pero la causa principal del reflujo gástrico está ligada a una cuestión anatómica: entre el esófago y el estómago existe de hecho una válvula, el esfínter gastroesofágico, perteneciente al cardias, que tiene la misión de permitir el paso de lo que hemos ingerido en forma de bolo y cerrarse inmediatamente después para bloquear el reflujo. Cuando esta válvula no funciona correctamente y comienza a abrirse cuando no debe, se produce esta molesta afección, provocada por el ascenso de los jugos gástricos hacia el esófago y la boca.
Las causas de este mal funcionamiento del esfínter pueden ser variadas. Entre ellas, las más comunes son:
- presión intraabdominal excesiva, que suele darse en personas obesas y con sobrepeso, así como en mujeres embarazadas;
- digestión lenta y la consiguiente retención prolongada de alimentos en el estómago;
- una reacción a fármacos como los AINEs, los antibióticos, los sedantes y los antidepresivos, que en algunos individuos pueden provocar un aflojamiento de la presión del cardias;
- una comida excesivamente copiosa y/o ingerida con demasiada rapidez;
- hábitos alimentarios poco saludables que pueden provocar la relajación del esfínter gastroesofágico, como el abuso de alcohol, café, alimentos grasos, chocolate y bebidas gaseosas;
- un estilo de vida poco saludable: mucho estrés, tabaquismo, hábito de acostarse inmediatamente después de las comidas, por citar algunos;
- contracciones musculares involuntarias del esófago.
Los remedios naturales de PromoPharma contra el reflujo gastroesofágico
Entre los remedios naturales funcionales contra la afección del reflujo ácido se encuentra Xanacid®, un complemento alimenticio de PromoPharma disponible en forma de stick o comprimidos, para tomar según sea necesario o iniciar un tratamiento breve.
Xanacid® Stick contiene un complejo de macromoléculas polisacáridas, extraídas del Aloe vera, la Malva y el Malvavisco, que forman una película adherida a las mucosas del esófago y el estómago que las protege con una acción análoga a la del moco gástrico natural, proporcionando alivio a las zonas atacadas por el ácido, lo que permite restablecer el funcionamiento normal del estómago.
Xanacid® Comprimidos contiene carbonato cálcico e hidróxido de magnesio que actúan sinérgicamente amortiguando el exceso de acidez y proporcionando un alivio inmediato. Estos antiácidos son, químicamente hablando, bases débiles que se unen a ácidos fuertes para formar sales neutras.
Los dos suplementos también pueden tomarse de forma combinada. El tratamiento combinado recomendado se reparte en un ciclo corto de 10 días, a repetir según las necesidades: 1 stick a media mañana y 1 stick por la noche antes de acostarse, 1 comprimido después de las comidas.
Xanacid® Digest, un nuevo complemento alimenticio a base de Hinojo y Jengibre, útil para favorecer la función digestiva, la regularidad de la motilidad gastrointestinal y por su efecto contra las náuseas, Cardo Mariano, que favorece las funciones depurativas del organismo y la función hepática, y DigeZyme®, una combinación de cinco enzimas digestivas (α-amilasa, proteasa, celulasa, lactasa y lipasa) útiles para la digestión de los hidratos de carbono, las proteínas complejas, las fibras de celulosa, la lactosa y las grasas.
La línea Xanacid® se caracteriza por formulaciones naturales con principios activos de acción mecánica y no farmacológica. Por lo tanto, no hay ningún problema en tomarlo en paralelo con fármacos para el tratamiento de la hiperacidez y también es seguro durante el embarazo y la lactancia.
Prevención: 5 consejos útiles sobre hábitos y alimentación
- Vigila tu peso corporal. La presión intraabdominal aumenta si tienes sobrepeso, incrementando, como hemos visto, el riesgo de reflujo.
- Actividad física. Un estilo de vida activo y saludable puede reducir el estrés, que suele estar relacionado con los síntomas del reflujo.
- La postura. Después de las comidas, sobre todo por la noche, conviene evitar estar tumbado; es mejor sentarse o dar un paseo antes de acostarse.
- Cuidado con el tabaco y el alcohol, que suelen irritar y favorecer las reacciones de reflujo.
- Alimentación. Para no estresar al aparato digestivo, es mejor hacer varias comidas a lo largo del día, con raciones más pequeñas.